lunes, 1 de junio de 2009

Retorno

Algo habia pasado, algo medico, y ese fue el disparador para que tuviese que regresar a casa, realmente no sabia de donde venia ni hacia donde estaba yendo pero tenia que regresar, algo habia pasado... hacia rato que no veia a mi hermano (en ese momento yo sabia que tenia uno, aunque nada mas...), a mis padres y a Miki (creo que ella era mi conexion con la realidad).
La mision era facil tenia que llegar a nuestra casa de campo... no la nuestra, la del sueño, una que no conocia pero que sabia que alli estaria, en el mismo lugar que la de Dana (persona que no veo desde hace años y con la cual tampoco hablo casi nunca), asi que en mi mente estaba bueno por que volveria y de paso tambien la encontraria a ella seguramente, y siempre es lindo ver amigos que no ves hace rato.
El lugar era en Pilar cerca de donde curse parte de la primaria, por ese caminito que me llevaba hacia la universidad, taaaaantas veces lo abre caminado.
Alli estaba ya, habia llegado.
Una casa construida enteramente en madera, una madera muy naranja y nitida, como el barniz, pero bien humedo... fue dificil hallarla, estaba al fondo (casi) de ese barrio privado, simil country, y para llegar hasta alli debi que pasar por la linea divisoria que X personas habian hecho en el medio del lugar, que no era otra que 6 ovejeros alemanes en linea dividiendo la mitad delantera de la trasera... pase por al lado, venci un miedo. 
Apenas llegue vi a mis padres arreglando partes exteriores de la casa como la videoteca de mi mama... si, en este sueño mi mama tenia una videoteca en la parte exterior de la casa, sin llave, sin puerta, sin nada, solo peliculas que dejaba ordenadas en una especie de biblioteca para que la gente si quisiera se llevase una.
Entre, como quien entra por primera vez a un lugar que ya conoce de toda su vida, y ahi estaba la escalerita que daba paso al living donde EL estaba durmiendo. EL (no tiene nombre o al menos nunca lo escuche en lo que duro el estado R.E.M.) estaba en un cajon gigante ahi debajo de la escalera como yo sabia que debia ser.  Abrio el cajon, salio y me saludo, me abrazo, era muy bueno, ese se veia. Ambos estabamos muy felices de que yo hubiese llegado a casa, me hizo sentir como se sentiria un hermano mayor que regresa de la guerra, y en cierto sentido era algo asi.


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